Hubo un día en el que jugábamos a «ser una leyenda» con nuestro cuerpo y sorteábamos a «deditos» o «piedra, papel, tijera», las eliminatorias de nuestro propio «FUT champions». El fútbol de la calle tenía su repercusión en nuestro fútbol académico.
Aquí ganar no te daba puntos, ganar te daba la opción de seguir en la pista. En vez de ahorrar para comprarte a Messi, conseguías minutos para disfrutar. Sin duda éramos privilegiados.
«La formación natural, la formación espontánea es la mejor de todas, no tiene normas y los jóvenes la ejecutan espontáneamente. Hay que disponer de 4 o 5 horas diarias libres durante 5 o 6 años. Así se formaban los futbolistas naturalmente»
– Marcelo Bielsa
Cada vez los ayuntamientos nos ofrecen menos recursos para jugar o practicar deporte gratis en la ciudad.
Actualmente, el tiempo que tenemos de entrenamiento lo aprovechamos sacándole jugo hasta el último segundo, con planificación y organización de las sesiones que disponemos. Pero al final el tiempo es el tiempo, y es aprovechable pero limitado.
Cierto es que quizás no disponíamos de calidad de entrenadores en el fútbol base, ya que, los entrenadores en equipos normales solían ser padres, pero disponíamos de pistas libres y tiempo para descubrirnos como futbolistas, sacar nuestra personalidad y encontrar nuestras especialidades.
¿Por qué además del entrenamiento individual que puedes realizar con el programa Máster de Pelota te proponemos combinarlo con el fútbol de la calle? Te contamos.
Poder combinar el poder de la calle con la formación es una receta impresionante para ti como jugador y puede traerte muchos beneficios.
Como jugador, además de jugar mucho, conoces cual es tu rol en un equipo que se forma en cuestión de segundos, conoces los tipos de personalidades que pueden presentarse en un compañero u oponente. En el fútbol de la calle, no te queda otra que adaptarte a la pista, sean cual sean las características de esta o detectar a los oponentes fuertes o débiles.
El fútbol es fluir, improvisar, bailar y expresarte.
Lo que llamamos magia en el fútbol, se desarrolla principalmente en la calle. Jugar al engaño, esconder la pelota, tomar la decisión difícil y probar cosas que a priori no son previsibles. Intentar cosas diferentes y sobre todo, equivocarse. Tener la oportunidad de equivocarte 20 veces en una tarde, eso es lo que más echamos de menos en el fútbol base, amateur o profesional. Porque al final, equivocarse es entender y por lo tanto, mejorar.
Estar en la calle, ser el peor del partido, ser el mejor, la ley del mas fuerte. Los equipos descompensados, donde tienes que dar el 120% para quedarte en el campo o que no te metan 20 goles. Ganar, empatar y perder mucho. Eso es experiencia. Los niños hoy en día juegan aproximadamente 25 partidos en una temporada. Nosotros jugábamos 25 partidos un viernes por la tarde. y después del entrenamiento tirábamos 300 veces a portería hasta que nuestros padres se cansaban de hablar con los otros.
Recordamos que llegó un momento en el que de tanto usar nuestro balón, no solo le daba al larguero cuando quería, sino a la marca de pintura roja o blanca que elegía en ese momento. Dominar el balón y crear ese vínculo con la pelota es algo difícil de encontrar actualmente. Ir por la calle paseando el balón hasta las pistas y creando un vinculo. Sí, eso se traduce directamente a seguridad con el balón en la pista y campo. Además completa ese espacio de toma de contacto con el balón que todo futbolista necesita y por lo tanto te hace menos chupón. Mejoramos entonces el pase, la conducción y el tiro indirectamente.
En el fútbol de la calle, mientras juegas, también consumes fútbol. En un partido o entrenamiento no hay tiempo para observar, mientras que en una tarde completa se da la posibilidad de observar a otros jugadores e inspirarte en su toma de decisiones o acciones en el partido.
El fútbol es un estado de ánimo, como dice Jorge Valdano.
La tipica imagen de niños sentados en la barandilla, persiguiendo la jugada con la mirada, las manos en la cabeza y los «Ohhh», son una forma de disfrutar el fútbol muy lúdica y formativa.
Hoy todo ese tiempo se aplica en jugar al FIFA (que no hay nada malo en ello si lo haces en la justa medida). Nosotros somos los primeros que llevamos jugando y disfrutando como niños de juegos de fútbol desde que existen, pero debería haber tiempo para todo. Una cosa es disfrutar del videojuego y otra es que tu meta sea convertirte en jugador de FIFA y no de fútbol.
En tiempos donde domina la pantalla y la tecnología, creemos que es sano saber gestionar tanto padres como jugadores jóvenes el tiempo que dedicamos a las diferentes actividades y como distribuimos cada uno de ellos. Si vas a tener 2 horas de media al día de pantalla, que no sea solo jugar a la consola. También aprovechar para consumir partidos de fútbol reales, artículos o vídeos dedicados a futbolistas.
Al igual que nuestro entrenamiento es más nutritivo por sus fases y su variedad, también podemos hacer de nuestro tiempo libre, un espacio más productivo.
El fútbol ahora es más táctico y los jugadores son mejores gracias a la evolución en el deporte y en las nuevas formas de entrenamiento y formación. Pero podrían serlo todavía más, si sabemos aprovechar el tiempo libre.
Por ello, en L4F, trabajamos para que estas añoradas horas de calle, vuelvan a dar sus frutos, a través de entrenamientos online como el que tienes delante tuyo.
«Hay que rescatar el fútbol de la calle, sin dejar de lado la buena formación.
No hay nada más enriquecedor que errar.
Cuándo prueban cosas imposibles, se crean cosas posibles»